domingo, 31 de enero de 2021

En el Año del Bicentenario del Perú REVALORAMOS LA ACCIÓN PATRIÓTICA DE LA DIVISIÓN DEL SUR, CON SEDE EN ICA, DEL EJÉRCITO LIBERTADOR, EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

 


Operaciones militares de la División del Sur

del Ejército Libertador del Perú

Al 20 de octubre de 1821

SERVICIO DE LOGÍSTICA DE PISCO A ICA,

VICTORIA EN CASTROVIRREYNA,

Y AVANZADAS EN HUAMANGA

 

 

Volumen 2

Documentos de 1821

 

(Ortografía original)

 

399

 

Al hacerme cargo de una División diminuta, desnuda, y exausta totalmente de fondos exigia de mi una contracción particular para desempeñar la confianza que el Señor Protector habia puesto a mi cuidado; este dever exigia imperiosamente de mi tocar todos los resortes que estubiesen a mis alcanses para aumentar, vestir y sostener la División, y el unico obstaculo que no podia vencer era el de no poder vestir la División por falta de tela, hasta que me resolví escribir al Administrador de Pisco Don Josef Andres Rojas y al Capitan Buchar de la Argentina para que del cargamento del Bergantin Nancy se tomasen paños azules de 2a. para hacer pantalones de que me hallaba mas necesitado, bajo la ynteligencia que si eran de pertenencias ynglesas quedaba el Estado a pagarlas, y si lo fuesen de Españoles á la misma División pertenecian, en cuya virtud se me han remitido ayer veinte piesas que contendran seiscientas varas que escasamente alcanzan para hacer 500 pantalones quando necesito construya 700 y 400 o mas chaquetas; al mismo tiempo he mandado construir 300 camisas de lienso tocuyo para los que absolutamente no tienen ninguna y tengo que comprar mas a fin de darle a cada soldado una; ya ve V.S. que todo esto demanda gastos, y hasta ahora no he tenido mas arbitrios que proclamas y una o otra entrada de Aduana bastante diminuta, y la que estoy tocando que creo me proporcionará algo son los sensos que adeudan las Haciendas a los Ramos de Temporalidades, Inquisición, Bulas y Caja de Sensos con los quales pienso pagar el mes de octubre a los oficiales y tropa como igualmente los gastos de una División que se aumenta diariamente aunque el estado de entradas y salidas que pasase mensalmente sea el mejor garante de mi manejo.

 

Las Partidas de la División han llegado ya hasta doce leguas de distancia de Huancavelica, despues de haber hecho a la partida de Ramires desalojar el partido de Castro Virreyna donde tengo al Alferes Lescano, y de Huamanga las ultimas noticias que he recibido son que La Serna debia llegar en estos dias a Huamanga en razon de que se le estaba preparando casa y que habia llegado parte de su equipo.

 

Las fuerzas de los enemigos en este punto segun las noticias acordes que he tomado, son que tienen ochocientos hombres de toda arma y algunos reclutas; pero esta fuerza no ha sido lo que me ha contenido hasta la fecha sino la desnudes de la tropa y la estación, pues V.S. sabe que los negros, son expuestos en estos temperamentos frigidos; Yo trabajo a fin de ver si puedo conseguir ponerme en marcha a principios del entrante que ya puedo tener mis reclutas fogeados y la División algo abrigada; espero que se sirva elevarlo todo al superior conocimiento del Excelentisimo Señor Protector para se sirva ordenarme todo lo que tuviese por conveniente.

 

Dios guarde a V.S. muchos años.

 

Ica y Octubre 20 de 1821.

 

Juan Pardo de Zela (Rubricado)

 

Señor Coronel y Ministro de Guerra y Marina Don Bernardo Monteagudo.

 

L.L. Mss. Fot. B.N.P., s.c.

 

Fuentes:

 

Colección Documental de la Independencia del Perú

“La  acción patriótica  del  pueblo  en  la Emancipación. 

Guerrillas y  Montoneras ”

Dra. Ella Dunbar Temple

Comisión del Sesquicentenario de la Independencia del Perú

Lima, 1970

 

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú

“Guerrillas y montoneras durante la Independencia”

Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

Congreso de la República, Fondo Editorial

Héctor Huerto Vizccarra

Lima, 2019

 

 

CONCLUSIONES:

 

La Identidad de las personas, que conviven en una sociedad organizada dentro de los marcos democráticos que nuestra Constitución Política consagra, determina que la identificación de un ciudadano puede darse mediante una partida de nacimiento, una libreta Militar o mediante una libreta Electoral, hoy conocido como el Documento Nacional de Identidad (DNI).

 

De igual manera la identidad de las Naciones y pueblos es determinada mediante símbolos como el Himno, Escudo y Bandera, que fueron creados por las victorias y derrotas, y por el sacrificio de los hombres y mujeres que gestaron y forjaron el nacimiento de una nación, de la patria, libre, independiente y soberana.

 

El gobierno central, con fecha jueves 7 de enero del 2021, ha emitido el Decreto Supremo que declara el Año 2021 como el “Año del Bicentenario del Perú”, Decreto Supremo No. 01 – 2021 – PCM. , dispositivo oficial que resalta lo siguiente:

 

Que, las Políticas de Estado del Acuerdo Nacional, referidas al Fortalecimiento del régimen democrático y del Estado de Derecho, y de Afirmación de la entidad nacional, se constituyen en pilares para promover el compromiso de consolidar una nación peruana integrada, respetuosa de sus valores, de su patrimonio milenario y de su diversidad étnica y cultural, vinculada al mundo y proyectada hacia el futuro;

 

Que, estando próximos a la conmemoración de los 200 años de la independencia del Perú, resulta necesario declarar el año 2021 como el “Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”, frase que debe estar consignada en los documentos oficiales;

 

Creemos que la Afirmación de la identidad nacional, debe empezar por la Afirmación de la identidad regional, a través de los gobiernos regionales y locales, con una permanente y sólida campaña educativa y de concientización, de la historia, los valores, el folklore, el impulso al turismo y el fomento de las tradiciones y costumbres de todos y cada uno de los pueblos de la costa, sierra y selva del Perú.

 

Revalorar nuestra historia, nuestra identidad, la memoria colectiva de nuestros pueblos hermanos de la Región Ica y del Perú; significa respetar y defender los escenarios históricos y el legado de nuestros antepasados, y preservar nuestras antiguas tradiciones y costumbres, con la permanente difusión y concientización de las nuevas generaciones de iqueños y de peruanos.

 

Redescubrir y revalorar nuestra historia regional; entonces, nos permite rescatar y poner en práctica los valores de identidad, patriotismo, trabajo, honestidad, libertad, independencia, responsabilidad, resistencia, fe, devoción, integridad, compromiso y coraje; valores que tenemos que inculcar a nuestros hijos y fortalecerlos con la práctica diaria, con el ejemplo de vida; en el hogar, en el barrio, en el centro de trabajo, en la escuela, en la universidad; identidad y valores, que son nuestras armas con las que nos enfrentamos a todos los males de la sociedad; como la corrupción, las epidemias y pandemias, la desigualdad y la injusticia social.

 

Ica, Perú

Domingo, 31 de enero del 2021

 

Investigación:

Mag. Juan Carlos Romaní Chacón

Municipalidad Provincial de Ica

Biblioteca Municipal “José de San Martín”

https://www.facebook.com/juancarlos.romanichacon.7/

 

 

 

 

 

 

 

sábado, 30 de enero de 2021

Operaciones militares de la División del Sur del Ejército Libertador del Perú Al 20 de octubre de 1821 ESTRATEGIA DEL ARMA DE COMUNICACIONES ENTRE ICA, PARINACOCHAS, CUZCO Y AREQUIPA

 


 

Operaciones militares de la División del Sur

del Ejército Libertador del Perú

Al 20 de octubre de 1821

ESTRATEGIA DEL ARMA DE COMUNICACIONES

ENTRE ICA, PARINACOCHAS, CUZCO Y AREQUIPA

 

Volumen 2

Documentos de 1821

 

(Ortografía original)

 

398

 

Hallandome exausto de toda noticia de esa capital, y tratando los enemigos de la Patria de sembrar noticias funestas, de las quales hando indagando el origen para castigarlo como corresponde, espero que V.E. me remita todos los papeles públicos que sean interesantes para remitirlos a los pueblos donde, les han sembrado algunas noticias melancolicas que me los han arredrado, en particular a los partidos de Parinacochas que me interesa su conservación por su inmediación al Cuzco y transito para Arequipa.

 

Dios guarde a V.S. muchos años.

 

Ica y Octubre 20 de 1821

 

Juan Pardo de Zela (Rubricado)

 

Señor Ministro de Guerra y Marina Don Bernardo Monteagudo

 

L.L. Mss. Fot. B.N.P. , s.c.

 

 

 

Fuentes:

 

Colección Documental de la Independencia del Perú

“La  acción patriótica  del  pueblo  en  la Emancipación. 

Guerrillas y  Montoneras ”

Dra. Ella Dunbar Temple

Comisión del Sesquicentenario de la Independencia del Perú

Lima, 1970

 

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú

“Guerrillas y montoneras durante la Independencia”

Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

Congreso de la República, Fondo Editorial

Héctor Huerto Vizccarra

Lima, 2019

 

 

CONCLUSIONES:

 

La Identidad de las personas, que conviven en una sociedad organizada dentro de los marcos democráticos que nuestra Constitución Política consagra, determina que la identificación de un ciudadano puede darse mediante una partida de nacimiento, una libreta Militar o mediante una libreta Electoral, hoy conocido como el Documento Nacional de Identidad (DNI).

 

De igual manera la identidad de las Naciones y pueblos es determinada mediante símbolos como el Himno, Escudo y Bandera, que fueron creados por las victorias y derrotas, y por el sacrificio de los hombres y mujeres que gestaron y forjaron el nacimiento de una nación, de la patria, libre, independiente y soberana.

 

El gobierno central, con fecha jueves 7 de enero del 2021, ha emitido el Decreto Supremo que declara el Año 2021 como el “Año del Bicentenario del Perú”, Decreto Supremo No. 01 – 2021 – PCM. , dispositivo oficial que resalta lo siguiente:

 

Que, las Políticas de Estado del Acuerdo Nacional, referidas al Fortalecimiento del régimen democrático y del Estado de Derecho, y de Afirmación de la entidad nacional, se constituyen en pilares para promover el compromiso de consolidar una nación peruana integrada, respetuosa de sus valores, de su patrimonio milenario y de su diversidad étnica y cultural, vinculada al mundo y proyectada hacia el futuro;

 

Que, estando próximos a la conmemoración de los 200 años de la independencia del Perú, resulta necesario declarar el año 2021 como el “Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”, frase que debe estar consignada en los documentos oficiales;

 

Creemos que la Afirmación de la identidad nacional, debe empezar por la Afirmación de la identidad regional, a través de los gobiernos regionales y locales, con una permanente y sólida campaña educativa y de concientización, de la historia, los valores, el folklore, el impulso al turismo y el fomento de las tradiciones y costumbres de todos y cada uno de los pueblos de la costa, sierra y selva del Perú.

 

Revalorar nuestra historia, nuestra identidad, la memoria colectiva de nuestros pueblos hermanos de la Región Ica y del Perú; significa respetar y defender los escenarios históricos y el legado de nuestros antepasados, y preservar nuestras antiguas tradiciones y costumbres, con la permanente difusión y concientización de las nuevas generaciones de iqueños y de peruanos.

 

Redescubrir y revalorar nuestra historia regional; entonces, nos permite rescatar y poner en práctica los valores de identidad, patriotismo, trabajo, honestidad, libertad, independencia, responsabilidad, resistencia, fe, devoción, integridad, compromiso y coraje; valores que tenemos que inculcar a nuestros hijos y fortalecerlos con la práctica diaria, con el ejemplo de vida; en el hogar, en el barrio, en el centro de trabajo, en la escuela, en la universidad; identidad y valores, que son nuestras armas con las que nos enfrentamos a todos los males de la sociedad; como la corrupción, las epidemias y pandemias, la desigualdad y la injusticia social.

 

Ica, Perú

Sábado, 30 de enero del 2021

 

Investigación:

Mag. Juan Carlos Romaní Chacón

Municipalidad Provincial de Ica

Biblioteca Municipal “José de San Martín”

https://www.facebook.com/Juan-Carlos-Roman%C3%AD-Periodista-101298661695435

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 28 de agosto de 2020

 

28 de agosto de 1820

 

OCTAVO DÍA DE NAVEGACIÓN DE LA ESCUADRA LIBERTADORA



 

Siete buques de guerra y 16 navíos medianos, denominados “transportes”, un día como hoy, hace 200 años; surcaban el océano pacífico. A bordo se encontraban apiñados entre caballos, mulas, cañones, municiones y barriles de pólvora; un grupo de aguerridos argentinos, peruanos, chilenos, paraguayos, uruguayos, ingleses, franceses, holandeses, portugueses,  norteamericanos, alemanes; con la consigna de iniciar la última y decisiva etapa de la Guerra de la Independencia de Sudamérica, en territorio del todavía poderoso Virreynato del Perú, último bastión de la monarquía española en América.

 

Habían iniciado el viaje el 20 de agosto de 1820, desde el puerto de Valparaíso, Chile; con destino a la bahía de Paracas, Pisco, actual Región Ica, Perú. Comandaba la Expedición Libertadora del Perú, el general don José de San Martín. Comandaba la Escuadra Libertadora, el marino inglés, almirante Lord Cochrane. El organizador y gestor del financiamiento y equipamiento de los navíos de guerra, de los transportes, que conformaban la Escuadra Libertadora y del Ejército Libertador; era el general Bernardo O´Higgins, director supremo de Chile, quien monitoreaba toda la operación militar anfibia, desde su patria.

 

Más de siete mil hombres navegaban en alta mar. Dependían del viento, de la experiencia de marinos expertos…y dependían del Topoderoso. El futuro era incierto. En cualquier momento podían naufragar. El mar es un constante cambio de situaciones inciertas. Calma que se convertía en tormenta en pocos minutos… y viceversa. Desde el comando hasta el último soldado, elevaban sus oraciones a cada instante. No existía fecha ni hora exacta del término de viaje. No existía internet ni teléfonos celulares y satelitales. No existía radar ni GPS… y solo habían transcurrido ocho días de navegación de la Epopeya de la Escuadra Libertadora…   

 

¿Qué lecciones podríamos rescatar y trasladarlas desde el pasado hasta los actuales tiempos de pandemia?

 

28 de agosto de 1820

 

Los buques del convoy estaban algo dispersos, por cuyo motivo fue preciso volver a acortar la vela y se puso la señal de reunión: verificóse esa, y habiendo arreciado mucho el viento, había vuelto los buques a separarse, pero antes de ponerse el sol, se hizo otra señal para que los buques se acercasen al comandante, y durante la noche siguiesen sus movimientos.

 

Fuente:

“Diario militar de las operaciones del Ejército Libertador, desde el 18 de agosto de 1820, en que principió su embarque, hasta el 9 de octubre de dicho año”.

Odriozola “Documentos Históricos del Perú” Tomo IV

Del libro “Epopeya de la Libertad”  Lima, Perú 1921

Biblioteca Municipal “José de San Martín” Ica – Perú 

Registro No. HP 384

 

Concejo Municipal Provincial de Ica

Alcaldesa: Emma Mejía Venegas

Comisión de Educación, Cultura y Deportes

Regidores:

Luis Castro Makabe

Rómulo Triveño García

Jacinto Roque Hernández

 

La campaña educativa “REGIÓN ICA, CUNA DE LA INDEPENDENCIA” avanza a paso firme, con actividades virtuales, en el Bicentenario de la Independencia y en tiempos de pandemia.

 

Impulsando la INTEGRACIÓN E IDENTIDAD REGIONAL; promoviendo y difundiendo nuestra historia, revalorando el arte, la cultura, el turismo; revalorando las tradiciones y costumbres de Chincha, Pisco, Ica, Palpa y Nasca.

 

Fortaleciendo los valores y principios, y los valores cívico patrióticos, de nuestra niñez y juventud iqueña, frente al Covid 19.

 

Gerencia de Desarrollo Social

Gerente: Econ. Juan Pablo Girao Morón 

 

Biblioteca Municipal “José de San Martín”

Directora: Lic. María Pineda de Vera

Investigación: Mag. Juan Carlos Romaní Chacón

 

 

 

 

viernes, 31 de julio de 2020

La Escuadra Libertadora del Perú y el desembarco del Ejército Libertador en Paracas – Pisco


La Escuadra Libertadora del Perú
y el desembarco del Ejército Libertador
en Paracas – Pisco

En el año 2020, año de la devastadora pandemia y año del Bicentenario del inicio de la Guerra de la Independencia del Perú; los peruanos seguimos luchando, como lo hicieron nuestros antepasados, para ser libres e independientes…ésta vez, para ser libres del letal coronavirus Covid 19.

¿Cuáles son nuestras armas? ¿cómo está la moral? …y respondemos con aplomo…¡¡Arriba, siempre arriba, hasta las estrellas!! Y en julio, mes de la Patria, cuando faltan pocos días para el 28 de julio, y cumplir 199 años de la proclamación de la Independencia Nacional, nos damos un tiempo, para recordar, rescatar y revalorar algunos hechos históricos, poco conocidos y poco difundidos.

Nuestras armas, son nuestros valores, nuestra identidad, nuestro patriotismo, nuestra fortaleza y esperanza, nuestra fe y devoción, nuestra actitud responsable y proactiva, para cumplir con los protocolos de bioseguridad frente al Covid; y para fortalecer estas armas, tenemos que repasar la historia de nuestra región y de nuestra Patria grande.

¿Qué ocurrió al amanecer del 8 de setiembre de 1820? ¿Quiénes llegaron a las playas de Paracas, en la hermana provincia de Pisco? ¿Cuántos navíos y tripulantes conformaban la Escuadra Libertadora del Perú? ¿Cuántos oficiales y soldados conformaban la Expedición Libertadora? ¿Quiénes eran los experimentados marinos que comandaban los navíos y cuál era su nacionalidad?

La Municipalidad Provincial de Ica, a través de la Biblioteca Municipal “José de San Martín” y su campaña educativa “Región Ica, Cuna de la Independencia”; ofrecen al público nacional y extranjero, la siguiente investigación, sustentada en archivos, documentos y obras de historiadores del Perú, Argentina y Chile.


LOS PREPARATIVOS DE LA ESCUADRA LIBERTADORA
Y DE LA EXPEDICIÓN LIBERTADORA


EL PRIMER DESEMBARCO DEL EJÉRCITO LIBERTADOR EN PISCO

Listos todos los preparativos, la expedición libertadora comandada por San Martín zarpó del puerto de Valparaíso el 20 de agosto de 1820. Según palabras del propio San Martín, se emprendía "la grande obra de dar libertad al Perú". Se abría "la campaña más memorable de nuestra revolución y cuyo resultado aguarda el mundo, para declararnos rebeldes, si somos vencidos o reconocer nuestros derechos, si triunfamos".

El ejército libertador del Perú componíase en total de un poco más de cuatro mil hombres, de los cuales poco más de tres mil pertenecían a la infantería, más de seiscientos a la caballería y más de 400 a la artillería. Consignamos de esta manera los efectivos, teniendo en cuenta que suele encontrarse algunas diferencias, basados en fuentes diversas que no concuerdan con exactitud estos datos(1) Según documentos de la época que reproducimos, el total de efectivos llegaba a 4365, incluyendo en este número a la tropa, a los oficiales y a la plana mayor. Los efectivos de la artillería sumaban 2145, los de infantería 1525 y los de caballería 695. (ver cuadros)


El ejército libertador del Perú estaba conformado por dos divisiones: la de los Andes y la de Chile.
La de los Andes estaba conformada por las siguientes divisiones:
Batallón de artillería de los Andes N° 7
Batallón de artillería de los Andes N° 8
Batallón de artillería de los Andes N° 11
Granaderos de a caballo de los Andes
Cazadores de a caballo de los Andes
La división de Chile estaba integrada por los siguientes cuerpos:
Batallón de artillería N° 2 de Chile
Batallón de artillería N° 4 de Chile
Batallón de artillería N° 5 de Chile
Batallón de artillería N° 6 de Chile
Batallón N° 2 de Dragones de Chile.
Del total de jefes de cada uno de estos cuerpos, siete eran rioplatenses y cinco chilenos. La división de los Andes solo estaba comandada por argentinos, mientras que la división de Chile tenía al rioplatense Larrazával como jefe del batallón de artillería N° 5.
En cuanto al Cuartel General, a las Secretarías y al Estado Mayor, la siguiente era su conformación, según datos consignados por Jerónimo Espejo:

Cuartel general:
Jefe de la expedición, el Excelentísimo Señor Capitán General Don José de San Martín.
Generales de División, Coroneles Mayores don Juan Antonio Álvarez y don Toribio Luzuriaga.
Secretario de guerra y auditor, Teniente Coronel don Bernardo Monteagudo.
Secretario de Gobierno, don Juan García del Río.
Secretario de Hacienda, don Dionisio Vizcarra.
Auditor General de Marina, don Antonio Álvarez De Jonte.
Oficial 1° de Secretaría, capitán don Salvador Iglesias.
Edecanes de su Excelencia. Coroneles don Tomás Guido y don Diego Paroissien, capitán don José Caparrós y teniente 2° don José Arenales.

Estado Mayor:
Jefe de Estado Mayor General, Coronel Mayor Juan Gregorio de las Heras.
Ayudante comandante general, coronel don Juan Paz del castillo.
Ayudantes primeros, tenientes coroneles don Manuel Rojas y don José María Aguirre, teniente coronel graduado sargento mayor don Juan José Quesada, sargentos mayores don Francisco de Sales Guillermo y don Luciano Cuenca.
Ayudantes segundos, capitán don Juan Agüero y capitán de ingenieros don Clemente Altahaus.
Ayudantes terceros, ayudantes mayores don francisco Javier Medina, don Ventura Alegre y don Eugenio Garzón; tenientes segundos, don Jerónimo Espejo, don Pedro Nolasco Álvarez Condarco y don Juan Alberto Gutiérrez; subteniente de ingenieros don Carlos Wooth.
Cuerpo médico, dirujano mayor el coronel Paroissien, cirujano de primera clase don Miguel Stapleton Grawley, cirujano de primera clase fray Antonio de San Alberto.
Intendente del ejército, intendente general don Juan Gregorio Lemos, contador don Valeriano García, oficial 1° don Santos Figueroa, oficial 2° don Alejo de Junco.
Comandante del parque, capitán de artillería don Luis Beltrán.
La escuadra, al mando de Lord Tomás Alejandro Cochrane, estaba conformada por ocho navíos y 16 transportes.
Escuadra Libertadora del Perú
(20 de agosto de 1820)
Comandante en Jefe de las Fuerzas Terrestres y navales: Capitán General don José de San Martín.
Navíos
Comandantes
San Martín
Guillermo Wilkinson
O’Higgins
Tomás Grosbie
Lautaro
Martín J. Guise
Independencia
Roberto Forster
Galvarino
Juan Spry
Araucano
Tomás Carter
Pueyrredón
Guillermo Prunnier
Moctezuma
Jorge Young
Transportes
Pablo Delano

Transportes: Dolores, Gaditana, Consecuencia, Emprendedora, Santa Rosa, Águila, Mackenna, Perla, Teresana, Peruana, Golondrina, Minerva, Libertad, Argentina, Hércules, Potrillo.
Toneladas: 7178
El Pueyrredón salió antes que la expedición, conduciendo desterrados políticos a la costa del Chocó y de regreso se unió a la Escuadra. La Chacabuco quedó al servicio de las costas de Chile, al mando de Tortel. (1)


PERUANOS QUE LLEGARON CON LA EXPEDICIÓN  LIBERTADORA

El día 13 de agosto de 1820, en el  cuartel general de San Martín, en Valparaíso – Chile; circuló en las tropas  de la denominada “Expedición Libertadora del Perú”, la orden de embarque, la cual fue recibida con verdadero júbilo.

Del total general de tropa, eran argentinos 2,313 y sólo 1,805 chilenos, y en cuanto a los jefes de las unidades, con excepción de tres de esta nacionalidad, todos eran compatriotas del generalísimo.

En el cuartel general, la proporción era idéntica, cabiéndole al Perú el honor de contar un digno representante en el ex – gobernador de Cuyo, coronel mayor ( general de división) don Toribio de Luzurriaga, así como, entre otros , los preclaros  nombres de: Francisco Vidal,  Toribio Luzurriaga,  Remigio Silva, Andrés Reyes, Juan Franco, Cayetano Requena, Pedro José Cornejo, Juan Iladoy, Agustín Lerzundi, Juan Velazco y N. Turgay, quienes desembarcaron en Paracas trayendo en sus manos la espada redentora de la patria peruana, orgullosa  de haberles servido de cuna (2).

PERUANOS ALISTADOS EN EL EJÉRCITO LIBERTADOR EN PISCO

La Patria surgió cuando la florida juventud iqueña, fugándose del engreimiento de sus hogares, se presentó en Pisco, al cuartel general de San Martín a ofrecer su esfuerzo y su vida por la vida del  Perú naciente, y fue tanto su valor y tal su pujanza moral, que todos llegaron a ser militares gloriosos; los Generales Juan Pablo Fernandini, mártir de la unida peruana; el General Baltazar Caravedo, Fermín del Castillo, prócer de la gloriosa Nasca; los Coroneles Francisco de Paula Cabrera, organizador del primer regimiento de caballería patriota; Antonio Elejalde, primera lanza en el combate de Junín; en fin toda una pléyade de próceres, que al lado de los Huasasquiches, Chacaltanas, Mayautes y otros tantos indígenas, llegaron a ser jefes de alta reputación en los primeros ejércitos nacionales, para fundar la Patria sobre los campos de batalla (3).

La estada de San  Martín  en la región de Pisco, no sólo fue útil por lo apuntado. Además del éxito militar, político y moral, así  como del acopio e incremento  de hombres, material y ganado,  permitió a muchos y muy distinguidos peruanos satisfacer su noble anhelo de alistarse en las filas revolucionarias para convertir en hechos sus ideas de libertad.
Como un homenaje a sus méritos, estimamos tributo de admiración y gratitud patriótica, citar sus nombres: José María de la Fuente y Messia, marqués de San Miguel,  nombrado coronel y ayudante del general San Martín; Isidoro, Lorenzo y Baltasar Caravedo, Manuel Jorge Bustamante, Juan José Loyola, Francisco de Paula Cabrera, Antonio Elejalde, Melchor Valle, Manuel de Odriozola,, Joaquín Bardales, Juan de D. Arnao, Pablo Farfán, Santiago Gómez, Manuel Revilla, Rafael y José Santos Lévano. (2)

EL LIBERTADOR SAN MARTÍN EN PISCO

Seguimos con entusiasmo, a uno de los pocos historiadores peruanos que se preocuparon por investigar y resaltar el apoyo y la participación de los chinchanos, pisqueños, iqueños, palpeños y nasqueños; en la Guerra de la Independencia.

En el número 3 de la Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú, publicada en el mes de mayo de 1936, el historiador Dr. Germán Leguía y Martínez, narra lo siguiente:

“Lo primero que el redentor de Chile hizo al presentarse frente a las playas de Paracas fue – como era urgente y natural – dirigirse a los habitantes del Perú, “anunciándoles su arribo y el de la expedición libertadora; manifestándoles el propósito de ésta; desvirtuando la propaganda de los realistas, sustentada en la inutilidad  de una guerra sucesora, cuando los derechos, garantías y libertades que ésta pudiera perseguir, estaban ya, decían, obtenidos en la constitución próxima a jurarse de 1812; y expresando su confianza en que, contando como esperaba contar, con la ayuda y la decisión del pueblo peruano, sería cosa fácil y pronta la reposición de la personería y de la dignidad soberanas del Perú. Esa proclama, impresa a bordo, en la tipografía del ejército; escrita por Monteagudo, y lanzada en tierra a una profusa circulación, con la data del 8 de setiembre (fecha del primero de los desembarcos) – decía de este modo:

“Compatriotas.- La Nación española al fin ha recibido el impulso irresistible de las luces del siglo. Ha conocido que sus leyes eran insuficientes para hacerla feliz, y que, en sus antiguas instituciones, no podía encontrar ninguna garantía contra los abusos del poder…””…Yo he sabido, después de mi salida de Valparaíso, que el Virrey del Perú, ha mandado jurar también la constitución (1), y que se ha abolido en Lima el Tribunal del Santo Oficio”.

Declaró, seguidamente, en decreto especial, que las autoridades españolas, “aunque cesantes de hecho en todos los puntos ocupados por las armas de la Patria, podrían continuar en el ejercicio de sus funciones, interín resolviérase sobre su destino, en vista de su conducta” (2).

Más adelante Leguía y Martínez continúa el relato de la primera proclama de San Martín, en Pisco:

“El último virrey del Perú hace esfuerzos para prolongar su decrépita autoridad halagando vuestras esperanzas con una constitución extranjera, que os defrauda el derecho representativo en que en ella misma se funda, y que no tiene la menor analogía con vuestros intereses”.

“El tiempo de la impostura y del engaño, de la opresión y de la fuerza, está ya lejos de nosotros, y sólo existe en la historia de las calamidades pasadas”.

“Yo vengo a acabar de poner término a ésa época de dolor y humillación. Este es el voto del Ejército Libertador, que tengo la gloria de mandar, y que me ha acompañado siempre al campo de batalla, ansioso de sellar con su sangre la libertad del Nuevo Mundo”.

“Fiad en mi palabra, y en la resolución de los bravos que me siguen; así como yo fío en los sentimientos y energías del pueblo peruano”.

“Cuartel general del Ejército Libertador, en Pisco, setiembre 8 de 1820 .- Primer día de la libertad del Perú.- SAN MARTÍN”. 

PROCLAMA AL EJÉRCITO LIBERTADOR

Y por fin habló a su ejército:

“Soldados del Ejército Libertador. Ya hemos llegado al lugar de nuestro destino, y solo falta que el valor consume la obra de la constancia; pero acordaos de que vuestro deber es consolar a la América; y de que no venía a hacer conquistas, sino a libertar a los pueblos que han gemido trescientos años bajo este bárbaro derecho. Los peruanos son nuestros hermanos y amigos: abrazadlos como a tales, y respetad sus derechos, como respetásteis los de los chilenos después de la batalla de Chabuco”.

“La ferocidad y la violencia son crímenes que no conocen los soldados de la libertad

“1º. Todo el que robe o tome por violencia de dos reales para arriba, será pasado por las armas, previo el proceso verbal que está mandado observar en el ejército”.

“2º. Todo el que derrame una gota de sangre fuera del campo de batalla, será castigado con la pena del talión”.

“3º. Todo insulto contra los habitantes del país, sean europeos o americanos, será castigado hasta con la pena de la vida, según la gravedad de las circunstancias”.

4º. Todo exceso que ataque la moral pública, o las costumbres del país, será castigado en los mismos términos que previene el artículo anterior”.

“Soldados: Acordaos de que toda la América os contempla en el momento actual, y de que sus grandes esperanzas dependen de que acreditéis la humanidad, el coraje y el honor que os han distinguido siempre, dondequiera que los oprimidos han implorado vuestro auxilio contra los opresores. El mundo envidiará vuestro destino, si observáis la misma conducta que hasta aquí; ¡pero, desgraciado el que quebrante sus deberes y sirva de escándalo a sus compañeros de armas! Yo lo castigaré de un modo horrible, y él desaparecerá de nosotros con oprobio e ignominia!”(3).

EL PODERÍO DE LA HACIENDA CAUCATO

El 13 se organizó y salió a las 9 h.a.m., camino del norte, la división de vanguardia. Componíase del batallón No. 5 de Chile y de cincuenta granaderos de a caballo (6). Su jefe era el coronel mayor Álvarez de Arenales; y su destino la hacienda de Caucato; fundo, como ya se dijo, perteneciente al español D. Fernando del Mazo, y ubicado, al setentrión de Pisco sobre el camino costanero que conduce de esa villa a la Capital.

Los patriotas encontraron en Caucato dos mil panes de azúcar, muchos otros productos y mil quinientos esclavos negros “de ambos sexos y de todas edades”. Los varones casi en su totalidad, presentáronse voluntarios en las filas independientes.

Tomados por Arenales todos los pormenores posibles acerca de los fundos vecinos, su topografía, capitales y mantenimientos, despachó, en todas direcciones, partidas de caballería, encargadas de recolectar bestias y ganados con que montar bien a las tropas y darles la carne fresca de que carecían, en reemplazo de las ya odiosas y escasas chalonas y charquis traídos desde Valparaíso.

La requisa fue considerable, y más que todo, absolutamente voluntaria. A los ocho días, dice el testigo ocular antes aludido, estaban bien montados todos los oficiales del ejército y todos los soldados de caballería patriota así como los edecanes y ayudantes del cuartel general y del Estado Mayor.

Las partidas avanzaron a las dos Chinchas, Alta y Baja, con los mismos o mejores resultados.

El 14, con el parte resumen de “sin novedad”, expedido desde Caucato por el vencedor de La Florida, llegaron nutridas caballadas, constituidas por los entonces inmejorables bridones “de paso” de la costa del Perú, con más de ochocientas reses, mil carneros y cincuenta espléndidas bestias mulares.

En la propia fecha, para ratificación de los reconocimientos anteriores, de un lado, y a fin de prevenir posibles sorpresas de otro, partieron a la caída de la tarde, Juan Lavalle y Félix Aldao, con sendas columnas de granaderos montados argentinos (una y otra de veinticinco hombres), a recorrer cuidadosamente los dos caminos reales trazados del puerto de Ica en sentido S.O. y de una extensión de dieciocho leguas (más o menos) cada uno.

Dos partidas del regimiento de granaderos de a caballo salieron el 12 hacia oriente, o sea en la dirección de Ica, en pos de reconocer la situación del adversario. Pronto llegó la primera, anunciando que Quimper y sus cosacos habían proseguido marcha a la referida ciudad donde según todos los indicios deberían detenerse.


El historiador Juan Luis Orrego Penagos, en su obra “SAN MARTÍN EN PISCO: LA HISTORIA DE UN VALLE COSTEÑO DURANTE LAS GUERRAS DE INDEPENDENCIA” nos presenta valiosos datos de la historia de la Hacienda Caucato:  

“Por donde se le mire, la Independencia tuvo un impacto desigual, ya sea en los grupos sociales, las instituciones o las localidades. Es importante este hecho ya que antes los historiadores olvidaban con frecuencia que nuestra sociedad y nuestro territorio se caracterizaban precisamente por su multiplicidad. Esa tentación globalizadora del pasado peruano está siendo cuestionada a medida que fueron apareciendo los primeros estudios regionales. Hoy los historiadores se sienten cada vez menos dispuestos en afirmar que una simple fórmula puede bastar para abarcar la enorme variedad de situaciones locales dentro del territorio: estamos aprendiendo a respetar las diferencias regionales como las secuencias cronológicas. Comenzamos a darnos cuenta que lo que es cierto para el sur andino no lo es necesariamente para la costa central, el norte o el extremo sur, por no hablar de la sierra central o la amazonía.

El presente trabajo pretende contribuir al estudio de esta problemática regional haciendo un recorrido por la historia del valle de Pisco, centrándonos en los efectos que tuvo la llegada del Ejército Libertador a la zona. El tema es importante. Sabemos que las guerras de Independencia causaron mucho daño material al país, tanto por parte de los patriotas como de los realistas, provocando una grave crisis a la elite de entonces. Los hacendados soportaron estos problemas, además de la leva de sus trabajadores y el ocasional secuestro de sus propiedades, crisis que no van a poder remontar -al menos los de la costa central hasta promediar la década de 1840.

EL VALLE Y SUS TRANSFORMACIONES:

Durante los primeros años de la Conquista el valle de Pisco, como la mayor parte de la entonces Gobernación de Nueva Castilla, fue escenario de la repartición de encomiendas. Según algunas informaciones muy fragmentadas, Francisco Pizarro debió hacer depósitos de indios en la zona BIRA 23 (Lima): 155-171 (1996) hacia 1534 Y distribución de encomiendas dos años más tarde, siendo los primeros favorecidos españoles adictos a su bando. Estos encomenderos, sin embargo, perderían sus derechos en el valle al declararse partidarios de Gonzalo Pizarro en las guerras contra el Rey. ' De este modo fueron desapareciendo los primeros encomenderos de la zona quedando sólo uno, Pedro de Zárate, quien controlaba el repartimiento de Pisco y Cóndor con 285 indios tributarios y 1402 personas reducidas en un pueblo llamado Magdalena (Castillo 1947: 84),

Luego aparece otro español encomendero, Lorenzo de Zárate y Solar, quien a principios del siglo XVII contaba con 37 tributarios (Puente Brunke 1992: 444). No obstante, es ya por estos años de 1600, según papeles judiciales, que el valle fue cambiando hasta convertirse en un territorio con propiedades agrícolas legítimamente adquiridas.

Pronto, la agricultura pisqueña empezó a cobrar importancia dentro de la estructura económica del Virreinato. Ya antes de finalizar el siglo XVI se iniciaron conflictos entre los propietarios por la demarcación de sus fundos y derechos de agua, a tal punto que tuvo que llegar el Licenciado Alonso Maldonado de Torres quien ajustó linderos e hizo un empadronamiento de tierras. La razón de estos conflictos era sencilla: las tierras ya se habían vuelto rentables por el sembrío de viñedos, pues en Pisco las cepas traídas por Francisco Caravantes se desarrollaron exitosamente.

En síntesis, la riqueza del valle dependía de la plantación de viñedos y la extracción de todos sus derivados, como aguardientes y vinos. Esta fama fue trascendiendo el XVII, de allí la visita frecuente de piratas como Jacobo Hermite (1624). Algunas veces los vecinos enfrentaron a los saltadores en desventaja, pues dado que escaseaban en el lugar efectivos del ejército colonial los lugareños se rendían y pagaban fuertes rescates.

Pero también el valle era codiciado por las plantaciones de caña de azúcar de la hacienda Caucato, dátiles e higos de las haciendas del desierto como Santa Cruz, Santo domingo, Lanchas y El Sapo.

Por último, gracias a una importante población esclava se cultivaban en cantidad todos los productos del valle, que podían exportarse a las provincias del interior, Lima e incluso España. Uno de los mejores relatos sobre la producción del valle y su sistema de comercialización es la que nos ofrece, en 1712, el viajero Francis Frezier: "No sólo por la venta de mercaderías de Europa los barcos hacen escala en Pisco: lo hacen también para comprar vino y aguardiente a mejor precio y en mayor cantidad, que en cualquiera otra parte (. .. ) Al S.E. donde los productos son los mejores del Perú, esos vinos son muy generosos y marean fácilmente y por ese motivo poco los toman los españoles: más bien los compran los negros, indios, mulatos y gente parecida.

En lugar de vino por curiosa prevención muchos españoles toman aguardiente. Las parras de la campiña que no quedan cómodamente regadas por acequias, van plantadas de tal modo que no les haga falta ni lluvia ni regadío. Pues cada parra está en una poza de 4 a 5 pies de hondo, alcanza la humedad interior de la tierra. Por lo demás no toda la comarca goza de esta fertilidad; el conjunto más bien es árido y seco y fuera de las llanuras y valles no se puede vivir. Y hasta en los lugares húmedos el agua tiene un sabor a sal que perjudica la uva y persiste en el mismo aroma de los vinos.

Se encuentra también en los alrededores de Pisco toda clase de frutas como peros, naranjas, limones, guayabas, plátanos, dátiles, etc. La abundancia de los comestibles allí cosechados y el movimiento comercial son los motivos porque los pisqueños vivan muy desahogados y puedan entregarse a menudo a espectáculos públicos como son las corridas de toros, teatros y carnavales" (citado por Castillo 1947: 136-137).

Hacia el siglo XVIII las mejores haciendas del valle eran propiedad de la Compañía de Jesús, congregación que ha pasado a la historia colonial como eficiente administradora de sus propiedades, especialmente las agrícolas. La lista de las haciendas jesuíticas en Pisco hacia 1767 era la siguiente:

Nombre Producción Valor
Chacarilla de Santiago Hierbatería 6.592.4
Sta. Rosa de Caucato Caña 143.958.3
Sta. Cruz de Lancha Viña 47.735.7
San Juanito Alfalfa y olivos 509.6 Cóndor Viña 160.526.0
Humay Viña 132.560

Total: 491.882
Fuente: Macera (1977, 111: 16-26)

CAUCATO,
LA HACIENDA MÁS PRÓSPERA DEL VALLE DE PISCO

Parece, según testimonios consultados, que la hacienda más conocida y próspera del valle era la de Caucato. A pesar que el cultivo tradicional del valle era la vid esta hacienda era la única que producía caña, teniendo además un ingenio de azúcar y una población de 180 esclavos.

La historia de esta gran propiedad se remonta a 1622 cuando Caucato era "un buen viñedo al sur de Lima" regalado a los jesuitas por testamento de la pareja Pedro de Vera-Juana de Luque; "estaba pertrechada, con esclavos y una yesera que es el corazón de la hacienda" (Macera 1977, ID: 119).

Recibida esta propiedad, los jesuitas debieron afrontar los inevitables problemas que frecuentemente acompañaban a los donativos que recibían. En efecto, Caucato y algunas tierras vecinas serán codiciadas por los parientes de los donatarios con quienes la Compañía tenía algunas obligaciones. Llegado el momento de elegir entre el pleito judicial, un concierto amistoso o el abandono de las tierras, el consejo final del respectivo "Parecer" hacía presente como principal razón el buen nombre de la Compañía: "Porque se ganará el ahorro de muchas penalidades, aflicciones, pobrezas y empeños y lo que es más peso es, martirios de la opinión de la Compañía que tan pesada está por esta negra hacienda... será de más descanso y mejor servicio de Dios y cosa más gloriosa dejarlo todo y sacudir los zapatos huyendo de Caucato ... para sacudir carga de tantos enfados y dolores y procurar desmancillar el obraje de nuestra religión" (Macera 1977, ID: 119-120). Lógicamente cuando los jesuitas fueron expulsados en 1767 sus propiedades en el valle fueron a pasar a la administración de Temporalidades, siendo adquiridas luego por peninsulares o criollos a finales del XVIII.

Los cañaverales de Santa Rosa de Caucato fueron vendidos en 1774 a Juan de Trujillo y en 1796 a Fernando Penagos. Los viñedos de San Ignacio de Humay a Juan Garcíade los Reyes (1774), San José de Chunchanga a Silverio Bernales (1774) y Santa Cruz de Lancha a Francisco del Villar y Dehesa (1775); finalmente, el Olivar de San Juanito a Phelipe Manrique de Lara en 1781 (Aljovín 1990: 228-229). 1I.

ENTRE EL VIRREINATO Y LA REPÚBLICA:

En un documento del Juzgado de Aguas del Archivo General de la Nación, se encontró, para el año 1800, la siguiente lista de haciendas y terrenos en el valle de Pisco con su respectiva extensión:

Valle de Pisco (1880)
Haciendas y terrenos
San Juan de Cóndor
San Juan de Francia
San Cayetano Cabezo Blanco Hzda. de Bravo, o la Chacarilla Idem. de Chongos Cabeza Prieto Mensia Sárate Manrique Núñez Ballejo Bandín Querejazu San José y Patio Caucato Santa Catalina Mexia Santo Domingo Tierras de Huamani Figueroa Nombrada Truxillo en Polan Capa Azul Juan José Ruíz San Jacinto José Leandro Lizarzaburu José Santos Hierro Justo Romero San Cayetano de Caraya Ramón de la Rosa Sebastián Díaz D. José Berris San Martín Ronseros León San Miguel Campo Verde Comunidades Lescano Melena Total: Juan Luis Orrego Penagos Extensión (en fanegadas) 77 8 93 100 14 200 18 19 69 120 77 13 70 91 143 326 40 120 40 12 16 24 '}9 5 7 2 33 8 1.5 93 3 1.5 20 24 72 4 1.5 2 40 1 1 1910.51


Al entrar al siglo XIX vemos en el valle como propietarios a nuevos personajes. Aparte de los ya mencionados por la compra de Temporalidades, tenemos a Francia Vila (dueña de la hacienda Mejía), Saledonio Lizarzaburu (de Lizarzaburu), Juan de Robles, José Blanco de Azcona, Claudio Fernández Prada, el Marqués de San Miguel, etc.

De otro lado, si tenemos en cuenta que una fanegada equivale a 30 mil metros cuadrados -3 hectáreas- en Pisco 10 haciendas (Caucato, Chongos, San José, Manrique, Mejía, Cabezo Blanco, San Cayetano, Querejazu, Cóndor y Ronceros) ocupaban en 70% de las tierras fértiles del valle, siendo Caucato la más extensa e importante.

Caucato fue adquirida por el peninsular Fernando Penagos quien la administró y la hizo producir durante 20 años. Al reunir una respetable fortuna regresó a España a disfrutar de sus rentas y en su lugar dejó la administración de su propiedad a su sobrino Francisco Penagos. Según los testimonios consultados, parece que este personaje administró tan mal Caucato que tuvo que venderla a Fernando del Mazo -esto en vísperas de la Independencia- quedándose con una pequeña porción que conservó el nombre original: Santa Rosa de Caucato (Castillo 1947 y Flores Galindo 1884).

Los demás fundos del valle eran muy pequeños y la mayoría se dedicaban al cultivo de viñedos y productos de panllevar; las más extensas -sin contar los cañaverales de Caucato- aparte de la vid se dedicaban a la fabricación de vinos y aguardientes. Las descripciones más interesantes del valle por aquella época corresponden siempre a los viajeros. Julián de Mellet en 1815 visitó el puerto y todo el valle dejándonos el siguiente testimonio sobre la producción local: "Los alrededores de la ciudad, a un cuarto de legua del mar, estan cubiertos de viñas y producen en abundancia toda clase de excelentes frutas de Europa y América; el vino que se fabrica se llama lancha y es reconocido, tal vez, por el mejor de todo el Perú; y el aguardiente es tan bueno y mucho más fuerte que el cognac, tan renombrado en Francia " (Mellet 1971 , 1: 91).

Señala asimismo el número de habitantes, aproximadamente 2600, siendo casi todos mestizos y cuarterones. El aguardiente se transportaba en tinajas de barro conteniendo cada una 120 o 125 botellas. Menciona otros productos menores como papas, camotes, mandiocas, plátanos, pistachos, etc.

Por último, con respecto al comercio indica la venta de corderos y cabezas que transportaban de las serranías -seguramente Ayacucho, por existir una ruta…

Juan Luis Orrego Penagos, continúa y afirma:

“…desde los tiempos prehispánicos- y enviaban a Lima y Guayaquil. Otro viajero, Gabriel Lafond de Lurcy, cuando visitó Pisco en 1822 nos dejó un excelente relato sobre los licores elaborados en el valle y su comercialización: "Este valle. así como los de Chincha y de Cañete , estan cultivados casi todos de viñas, dátiles y olivos.

Es allí que donde se elabora el mejor aguardiente del Perú: antes de la guerra de Independencia, se exportaba a Chile y hasta California. Se fabrica allí también una variedad hecha con uva moscatel, la que tiene gusto del vino de Frontignan y del aguardiente de Endaya, al que se llama aguardiente de Italia.

Estos aguardientes se conservan en pipas de tierra de diferentes dimensiones, que contienen de veinticinco a ciento cincuenta botellas. el depósito tiene la forma de una betarraga y el orificio está situado en la parte ancha. El interior está revestido de brea mineral que impide la filtra ción. Esta masilla da un sabor desagradable al licor, al que, por lo demás, se conserva claro y límpido como el kirsh.

Los viñadores obtuvieron de Carlos IV el monopolio de la fabricación de los licores espirituosos. Esta medida puso fin a la competencia que les hacían los productores de azúcar por la fabricación de ron " (Lafond 1971, II: 176).

Con respecto a la irrigación del valle, Lafond se remonta a los tiempos prehispánicos cuando los indios cavaron el terreno hasta encontrar humedad y luego, después de haber construido canales de irrigación hasta las aguas del río, cultivaron maíz; sin embargo, a la llegada de los europeos se sustituyeron estas plantaciones por la viña.

De otro lado, nos parece importante la mención que hace el viajero sobre el guano, fertilizante tan eficiente que no se le empleaba sino en pequeña cantidad y siempre diluído en agua; sin esta doble precaución quemaría la planta a fertilizar.

Por último señala que en el fondo de la bahía de Paracas se encontraba agua dulce y más al sur un yacimiento de sal gema; estas salinas abastecían toda la provincia. A otro viajero, Roberto Proctor, le sorprendía en 1824 que en el puerto había un gran comercio de "aguardiente, arroz, azúcar, tabaco y cera" (1971 , II: 292). El viajero William Bennet Stevenson calculaba, en 1825, la producción de vinos y aguardientes en 150 mil galones al año; asimismo describe la fábrica de jabón de Caucato y el número total de la población esclava de Pisco, Chincha y Cañete, de unos 8 mil trabajadores.


EL SEGUNDO DESEMBARCO:
LA FRAGATA “SANTA ROSA” ALIAS “LIBERTAD”

Los días 14 y 15 de setiembre señaláronse por la producción de tres acontecimientos extraordinarios. Fue el primero la aparición en Pisco de la fragata “Santa Rosa”, alias “Libertad” perdida y ansiosamente aguardada desde el 3, y en cuyo casco eran conducidos, al cuidado y a las órdenes de Miller, dos compañías del batallón argentino No. 8, otras tantas de la artillería de ls Andes. Había llegado del puerto al curtel general, un parte con el anuncio, e incontinente alegría rompió risueña en todos los corazones (7). Se le mandó fondear en Paracas, con los otros buques, y allí proceder al desembarco de su preciosa carga. Era porque los elementos necesarios para la operación, se encontraban todavía en esa ya denominada “bahía de la Independencia”. (8)

EL COMISIONADO DEL VIRREY PEZUELA EN CAUCATO

El segundo suceso extraordinario, fue la presentación en el campo, de un comisionado de Pezuela. A las once y media de la mañana del mismo 14 (9), se avisó desde Caucato, el arribo de dicho parlamentario, conductor de importantes pliegos, que estaba encargado de entregar al general en jefe independiente, según instrucciones, “en la propia mano”. Déjale Arenales seguir, pero vendado entre competente escolta. Una hora más tarde es presentado a San Martín. Es un joven alférez del regimiento hispano de Húsares de la Guardia, andaluz genuino, móvil, alegre, decidor, y como apunta Espejo, “mozo muy despierto y de carácter festivo”.

Se llama Cleto Escudero. Desde el primer instante se hace blanco de todas las simpatías. San Martín le da alojamiento en su propia casa, y encomienda a su edecán, el capitán don José Caparrós (peninsular también), la misión de cuidarlo y atenderlo, pero “sin perderlo de vista un solo instante”. Comprende bien el astuto generalísimo que la comisión ostensible del enviado envuelve forzosamente otra secreta, interesantísima para el virrey; cual es la de calcular, así fuera a ojo de buen cubero, el efectivo mínimo y los recursos aproximados de que dispone el ejército invasor.

LAS BANDAS DE MÚSICA DE SAN MARTÍN

Cuenta el testigo ocular antes citado, que para burlar ese objetivo, oculto, pero “indudable”, San Martín ordena que, en la noche, así en la plaza mayor como a la puerta de todos los cuarteles, se dé la retreta reglamentaria por mayor número de bandas que de cuerpos: aquí, a la par, música y cajas; allí, cajas y pífanos; allá, cajas y cornetas; acullá cornetas solas, etc.

Observan los patriotas que Escudero, a la disimulada, lleva cuenta de esa exagerada serie de marciales armonías, surgentes en multiplicados momentos y lugares.- “Cuántas bandas a todo esto tienen? – pregunta, al fin (ya incapaz de contenerse), Escudero a Caparrós – “Veinte”….y ustedes?- repregunta a su vez el edecán patriota.- “Cincuenta, con la de la catedral”…la andaluzada del salado alférez es, en el nutrido grupo de oficiales independientes que le rodea, recibida con una carcajada sonora y general.

LORD COCHRANE PERSIGUE A DOS FRAGATAS ESPAÑOLAS

El tercer suceso extraordinario a que nos hemos referido, es la intempestiva inimaginadora aparición de buques enemigos (15 de setiembre). Sábese después que son la fragata “Venganza” y la corbeta “Sebastiana”; uno y otro de guerra, que, noticiosos del aislamiento de la “Santa Rosa”, han proyectado hacerla buena presa. Son las doce del día cuando esos barcos, a primera vista sospechosos, comparecen en la curva lejana terminal del horizonte. Todo es verlos, y dar Cochrane la orden de salida en su persecución. Se efectúa esta y comienza la caza. Va con el bravo marino la flota entera excepto la “Santa Rosa” que ya se halla largando a tierra las fuerzas y los elementos de que ha sido tardía conductora. A las tres de la tarde la escuadra patriota se pierde a los ojos de quienes observan sus movimientos. A las diez de la noche se escucha un cañoneo, aunque momentáneo. Un centinela no ha contado sino cinco disparos. La persistente  persecución se prolonga pero falla, porque la fuga de las embarcaciones realistas halla fácil oportunidad y protección en las tinieblas, a cuyo amparo amigo fondea en sus aconchamientos del Callao.


RECORDANDO EL PRIMER DESEMBARCO DE LA EXPEDICIÓN LIBERTADORA DEL PERÚ EN EL PUERTO DE PARACAS, PERÚ
Eduardo Barrios Mason
Capitán de Corbeta ING. NV. MC
REVISMAR 5 / 2007

Dentro de los albores de nuestra historia, siempre viene a la memoria como un hecho importante, ejemplo de empuje y decisión visionaria, la formación de la Expedición Libertadora del Perú por el General José de San Martín y el General don Bernardo O´Higgins, concepción fundamental y arraigada fuertemente en la mente de ambos próceres como la única forma de consolidar las independencias y asegurar para la América un marco estable en que los jóvenes gobiernos pudieran dedicarse al desarrollo y no tuvieran la incertidumbre de la Corona Española, teniendo que enfrentar continuas guerras de independencia que sólo traerían a sus pueblos más pobreza y dificultades.

Como parte de las actividades del Buque Escuela Esmeralda en su última visita al Perú en el mes de abril pasado, el puerto de alistamiento y preparativo para recalar al puerto de Callao, fue en la nunca visitada anteriormente por el buque Escuela, bahía de Paracas, donde se ubica el poblado del mismo nombre y cuya ciudadanía anualmente recuerda en ceremonia solemne frente al monumento especialmente erigido e indicativo donde exactamente desembarcaron las tropas. Hazaña que culminó con la consolidación de la independencia peruana.

Fue en este puerto el día 10 de abril, donde se celebró a bordo del Buque Escuela una ceremonia conmemorativa del Primer Desembarco de la Expedición Libertadora, con la invitación de las más altas autoridades locales y representantes del Instituto Sanmartiniano del Perú, institución creada para salvaguardar y mantener las tradiciones e historia.

Por la parte invitadora se leyó un discurso alusivo recordando los hechos más importantes de la época: “Con el excelentísimo Capitán General, don José de San Martín nombrado ya como Comandante en Jefe del Ejército expedicionario en la Liberación del Perú, el senado chileno expresaba en un manifiesto al pueblo de Chile: “Ya se acerca el día en que se cumplan vuestros votos y vean vuestros hermanos oprimidos del Perú realizadas sus esperanzas, llevándoles el pabellón de la Libertad. Apresuraos a hacer el último sacrificio de vuestras fortunas, concurriendo cada uno por su parte, con la cantidad que le ha correspondido; la suerte de la América y sus destinos penden de la Expedición del Perú.

Cuanto antes se verifique, seréis libres de nuevos gravámenes y tendrá Chile la gloria que su influjo y generosidad uniformen la opinión de América del Sur, que consolide y afiance su libertad e independencia. Sala del Senado”. “De esa forma y gracias a los titánicos esfuerzos de los Generales San Martín y O`Higgins de conformar la Expedición Libertadora del Perú, se embarcaban el 19 de agosto en el Puerto de Valparaíso las 4.118 plazas del Ejercito Libertador compuesto por el Ejercito de los Andes y las reclutadas en los puertos de Valparaíso, Coquimbo y alrededores”. RECORDANDO EL PRIMER DESEMBARCO DE LA EXPEDICIÓN LIBERTADORA DEL PERÚ EN EL PUERTO DE PARACAS, PERÚ Eduardo Barrios Mason* Capitán de Corbeta. ING.NV.MC. RM5-7.indd 455 8/10/07 12:10:14 AUTOR ARTÍCULO REVISMAR 5/2007 456

“Ese mismo día, la presencia del Capitán General don José de San Martín, que recorría los bajeles de guerra y transportes, avivaba eficazmente el júbilo de sus bravos soldados. Ellos, animados de la confianza, que sólo puede inspirarles un general que repetidas veces les condujo a la victoria, antes y después de restaurado Chile, se sentían arrebatar del más noble entusiasmo, viendo en el héroe de Chacabuco y Maipú al Libertador de las regiones peruanas”, palabras expresadas en un comunicado oficial del ministro Zenteno. “Por su parte, el Director Supremo, don Bernardo O`Higgins dirigía la siguiente proclama al Ejército Libertador del Perú, cuando las tropas estaban embarcadas: “!Soldados¡ yo he sido muchas veces testigo de vuestro coraje y sé lo que debo esperar de vosotros en la campaña más importante de la Revolución. El General que os manda es el mismo que os llevó al campo de batalla en Chacabuco y Maipú: acordaos de lo que hicisteis entonces y pensad en el glorioso destino que os guarda. ¡Soldados de Los Andes¡ vosotros disteis la libertad a Chile, id al Perú y dejad escrito vuestro nombre, con la sangre de los que lo oprimen. “Chilenos: seguid la carrera de la gloria y mereced la gratitud de los habitantes del Perú, así como habéis merecido la de vuestra patria”.

“La Escuadra conformada por el Navío San Martín de 1.350 toneladas y 64 cañones, la fragata O`Higgins de 1.220 toneladas y 50 cañones; la fragata Lautaro de 850 toneladas y 50 cañones; la corbeta Independencia de 830 toneladas y 28 cañones; los Bergantines Galvarino de 398 toneladas y 18 cañones; Araucano de 270 toneladas y 16 cañones, Pueyrredón de 220 toneladas y 16 cañones y finalmente la goleta Moctezuma de 200 toneladas y 8 cañones; sumado a los diecisiete transportes y a once lanchas cañoneras, conformaban una tripulación total de 1.600 marinos; haciéndose a la mar el día 20 de agosto con las instrucciones depositadas en San Martín de desembarcar en costas peruanas”. “Con rumbo a Pisco, la Escuadra libertadora dirigida por el Almirante Cochrane fondeaba el 7 de septiembre en la bahía de Paracas. La Corbeta Independencia se dirigió a Pisco a reconocer tres buques allí fondeados, los cuales fueron apresados al día siguiente, a pesar de los fuegos de la fortaleza”. “Paracas, en donde nos encontramos hoy rememorando esta hazaña, en este marco de reconocida bahía de aguas someras y seguras; PUERTO histórico y puerto futuro como podemos apreciar a nuestro alrededor, sería el escenario donde el ejército libertador colocaría pie por vez primera en suelo peruano para iniciar su liberación”. “En esa mañana del día 8 de septiembre de 1820, después de un reconocimiento hecho por San Martín, Cochrane y el Jefe del Estado Mayor, se procedió al desembarco en Paracas de la primera división de ejército, al Mando del Mayor General Las Heras, la cual marchó hacia Pisco, que había sido abandonada por su guarnición.

En la tarde salieron del fondeadero la Fragata “O`Higgins” y la fragata “Lautaro” para cruzar mar afuera. En los tres días subsiguientes bajó a tierra todo el Ejército Libertador, que estableció su cuartel general en dicha ciudad. Este desembarco produjo consternación en Lima. Precisamente en esos días, el virrey Pezuela había hecho jurar la constitución liberal promulgada en España como feliz consecuencia de la revolución de Riego y estimaba que este hecho político facilitaría un advenimiento Zarpe de la Escuadra Libertadora a Perú. EDUARDO BARRIOS MASON RM5-7.indd 456 8/10/07 12:10:14 NOMBRE DEL ARTÍCULO REVISMAR 5/2007 457 RECORDANDO EL PRIMER DESEMBARCO DE LA EXPEDICIÓN LIBERTADORA DEL PERÚ con los invasores, envió luego pues, plenipotenciarios para negociar la paz con el Jefe de las fuerzas.



Las consecuencias y acontecimientos que sucedieron son conocidos; pero sin duda que marcó la epopeya de inicio de la emancipación del Perú, toda vez que San Martín tuvo noticias que el coronel don Juan Antonio Álvarez de Arenales se había internado en la Sierra; dio de inmediato pues, la orden de embarcar el ejército y hacer zarpar la Escuadra y Transportes con rumbo al norte; el día 25 de septiembre de 1820”. Junto con las palabras anteriores, nuestro Capellán a bordo, Capitán de Corbeta RL Leonardo Fierro Espinosa ofició una acción de Gracias, recordando con estas palabras otro acontecimiento más que muestra los lazos de unión entre los pueblos de Perú y Chile: “Desde este sitio geográfico, elevamos nuestra acción de gracias a Dios, por nuestros próceres Chilenos, Argentinos y sus tropas, que con su decisión, sacrificio y valentía, posibilitaron la independencia de la nación peruana.

Como Sacerdote y Capellán Naval de la Armada de Chile, deseo destacar en este momento tan especial, la figura del Capellán de la Escuadra Libertadora; el Sacerdote Peruano, amigo personal del Director Supremo O’Higgins, don Cayetano Requena, quien, por Decreto Directorial, del 18 de agosto de 1819, fue nombrado para el empleo del primer capellán de la Armada.

Él, junto a ocho eclesiásticos, realizaron la travesía y el desembarco en estas costas; dando el apoyo espiritual y moral a los marinos y soldados que realizaron aquella histórica jornada”. Sin lugar a dudas, el haber recordado el primer desembarco del Ejército Libertador del Perú en estas costas, en este mismo escenario hace 187 años con la presencia de las máximas autoridades de la región, autoridades pertenecientes a tres naciones hermanadas por la historia, una delegación de 20 cadetes de la Escuela Naval del Perú, encabezados por su Subdirector; la presencia del Agregado Naval de Argentina en Perú, el Presidente de la Asociación de Agregados Castrenses y Militares del Perú, los más altos Directivos del Instituto Sanmartiniano y de sus filiales de Pisco y Paracas, custodios de la gesta independentista peruana; no dejó a nadie indiferente.

El presidente del Instituto Sanmartiniano de Perú, Ingeniero Manuel Augusto De Ingunza Simonetti, agradeció la ceremonia al Comandante del Buque Escuela, Capitán de Navío Humberto Ramírez Navarro, con las siguientes palabras: “Estimados amigos: Tomo la representación de los visitantes, para agradecer al Comandante Ramírez, Asociado Correspondiente del Instituto Sanmartiniano del Perú, por su generosidad al haber querido compartir una vez más con nosotros, momentos de estrecha camaradería, en los que intenta resarcirse de un deseo suyo de emular el viaje que hace 187 años realizó entre Valparaíso y Paracas la Escuadra Libertadora que nuestro prócer y Gran Mariscal del Perú, el Capitán General y Director Supremo de Chile don Bernardo O’Higgins Riquelme, confió al Almirante inglés Thomas Alexander Cochrane, conduciendo a bordo como General en Jefe de la expedición, al Capitán General don José San Martín y Matorras y su Ejército Libertador integrado por Oficiales y tropa de procedencia argentina, chilena y de otras nacionalidades, que vinieron dispuestos a dejar sus existencias en la contienda que se preveía contra el poderoso ejército realista.

La presencia de esta hermosa nave en las aguas de la misma bahía donde recaló la Escuadra Libertadora, integrada por unos treinta veleros de distinto calado, es significativa desde los más variados puntos de vista, empezando por el aspecto histórico, si consideramos que han tenido que pasar tantos años para que un navío chileno de características parecidas a las de aquella época, haga un viaje directo entre Valparaíso y Paracas, aunque en esta oportunidad ha empleado la mitad del tiempo en lograr RM5-7.indd 457 8/10/07 12:10:14 AUTOR ARTÍCULO REVISMAR 5/2007 458 la misma distancia, y la navegación ha sido placentera, si la comparamos a las borrascosas condiciones en que navegaron aquellas cáscaras de nuez.


Teníamos pensado presenciar un desembarco simulado, en la misma playa que fue hallada por la fuerza expedicionaria un 8 de septiembre de 1820, y esperábamos presenciar un vistoso desfile, en esta tierra donde las autoridades y los sanmartinianos propiciamos este tipo de demostración cívico-patriótica cada año. Ello no fue posible, pero Ud. Comandante Ramírez cumplió con su deseo de realizar este itinerario, evocando las veces que participó de nuestras celebraciones en esta tierra, durante su apreciada permanencia como Agregado Naval a la Embajada de su querida Patria en el Perú.

Permítame manifestarle estimado Comandante y amigo, -interpretando el sentir de los presentes-, que lo que usted está logrando con su presencia en esta histórica bahía y dentro de dos días más en el puerto del Callao, -donde se produjo la portentosa captura del primer buque “Esmeralda”-, es simplemente la mejor misión de paz y acercamiento que por su intermedio y a la vista de esta bella nave, hace Chile al Perú, rememorando el espíritu de épocas de emancipación, pero ya no para liberarnos del enemigo común, sino con la mejor voluntad de liberar las mentes de quienes aún no se deciden a aceptar el acercamiento entre nuestros pueblos.

Un 20 de agosto de 1820, el Presidente Bernardo O’Higgins acudió a Valparaíso y en la cubierta de la nave capitana hizo votos por el éxito de la expedición que se iniciaba en esos trascendentales momentos, pues de ello dependía el destino de Perú, Chile y Argentina, incluyendo a las actuales repúblicas hermanas de Bolivia y Ecuador.

El éxito coronó el esfuerzo de aquellos sacrificados emisarios de la libertad e independencia. Hace pocos días (17 de marzo), la Presidenta Michelle Bachellet, presidió una simbólica ceremonia en este Buque Escuela y desde su cubierta dio la despedida oficial a su dotación, expresando su deseo de que vuestra visita al Perú fortalezca los lazos de amistad y cooperación entre nuestras naciones. Hacemos los más fervientes votos porque se cumplan esos deseos y que el éxito corone la misión que su Gobierno y Comando Naval le han confiado, deseándole los mayores logros en su vida profesional y privada. Nosotros desde acá, seguiremos su trayectoria y nos sentiremos orgullosos de sus aciertos y de tenerlo como leal y distinguido amigo.

Muchas gracias Comandante Ramírez por su apreciada y trascendental visita y muchas gracias por su gentil invitación”. Posterior a las palabras anteriores, el Comandante del Buque Escuela, Capitán de Navío Humberto Ramírez Navarro agradeció la asistencia de los presentes, señalando que son la hermandad de estas tres naciones que trabajando y luchando por la libertad, materializaron y consolidaron la independencia de nuestros pueblos; son el cumplimiento irrestricto de esos mismos principios que animaron a nuestros próceres de preservar la libertad de sus pueblos, ayer, hoy y el mañana a las nuevas generaciones; y tal como iluminó a San Martín, O`Higgins, Grau y Prat, y nos conduzca a navegar en el futuro por destinos de unión y hermandad.













Sábado 7 de junio de 2014

Expedición Libertadora del Perú - 20 de agosto de 1820

(Datos de la Armada de Chile)

 

Era necesario que desde Chile se enviara una expedición por mar con un ejército capaz de adentrarse en pleno territorio peruano y conquistar el principal enclave que tenía el Rey de España en América del Sur.

Las dos campañas navales desarrolladas anteriormente en el litoral del Virreinato peruano, fueron exitosas en lo referente a la neutralización del poder naval español en el interior de El Callao, pero no se logró su destrucción.

Aun cuando los buques enemigos entregaron el control del mar a la Escuadra chilena, en el frente terrestre el ejército virreinal mantenía a sus habitantes sometidos férreamente a las autoridades españolas.
Era necesario que desde Chile se enviara una expedición por mar con un ejército capaz de adentrarse en pleno territorio peruano y conquistar el principal enclave que tenía el Rey de España en América del sur.
A su regreso a Valparaíso, el 06 de marzo de 1820, el Almirante Cochrane requirió del Director Supremo, General O'Higgins, la preparación de la campaña contra el Perú a la brevedad posible, aprovechando la inmovilidad de las fuerzas navales españolas en El Callao. En su apreciación, bastaría un ejército de 2.000 hombres cuyo mando sugería dar al General Ramón Freire para la ocupación de Lima y el derrocamiento del gobierno virreinal. Tal proposición no fue aceptada por el gobierno de Chile, tras el cual estaba San Martín, en razón a que ya se había resuelto que la expedición sería conducida por el General argentino.
Lo anterior no fue muy del agrado del Almirante suscitándose dificultades entre éste y el Gobierno por el mando en jefe, al extremo de tener que establecerse una rígida diferenciación entre el mando de la Escuadra Libertadora, que ejercía Cochrane, y el mando del Ejército Libertador que tenía San Martín. Sin embargo, el mando de la Expedición Libertadora no era más que uno y era ambicionado por ambos caudillos. Cochrane muy pronto debió convencerse que sería el perdedor. En efecto, así fue, y desde ese momento comenzaron los problemas por la falta de pago a la tripulación, abastecimiento insuficiente de los buques y del alistamiento de la expedición en general, siendo el principal problema la falta de tripulaciones adecuadas para los buques, en razón a que los mejores hombres se habían ido por el no pago de sus salarios y de su participación en las presas.
Las discrepancias entre Cochrane y San Martín alcanzaron tan alto grado que sólo la moderación de O'Higgins, impidió un rompimiento definitivo entre ellos. Asimismo, fue necesaria su directa participación para apaciguar al Almirante y evitar que hiciera efectiva su renuncia presentada en más de una ocasión.
Oportuno es destacar que la Expedición Libertadora del Perú, Escuadra y Ejército, fue prepa rada y equipada enteramente por el Gobierno de Chile, a costa de grandes sacrificios. Las dificultades que afrontaba el Gobierno de Buenos Aires, donde existía prácticamente una anarquía, le impedían cualquier apoyo a esta expedición; es más, se dispuso que San Martín regresara con los restos del Ejército de los Andes, a fin de sofocar las revueltas existentes en ese país. En todo caso, tanto la Escuadra como el Ejército Libertador portaron la bandera de Chile. Asimismo, es conveniente mencionar que, en el plano estratégico, la Expedición Libertadora del Perú era de gran significación para el afianzamiento de la independencia de Chile y, en lo naval, la destrucción de las fuerzas navales existentes en El Callao, un imperativo para la consolidación del dominio del mar que ejercía la Escuadra Nacional.



Fuerzas patriotas
La Escuadra Libertadora, cuya primera tarea era dar cobertura al convoy durante la travesía, al mando del Almirante Cochrane, quedó integrada por las siguientes unidades:

1.      Fragata “O’Higgins”, nave insignia, 50 cañones, Comandante Crosbie;
2.      Navío “San Martín”, 64 cañones, Comandante Wilkinson;
3.      Fragata “Lautaro”, 50 cañones, Comandante Guise;
4.      Corbeta “Independencia”, 28 cañones, Comandante Foster;
5.      Bergantín “Galvarino”, 18 cañones, Comandante Spry;
6.      Bergantín “Araucano”, 16 cañones, Comandante Carter;
7.      Bergantín “Pueyrredon”, 16 cañones, Comandante Prunier;
8.      Goleta “Moctezuma”, 8 cañones, Comandante Casey.

En Valparaíso permaneció la corbeta “Chacabuco”, 20 cañones, Comandante Tortel, como buque de emergencia. La tripulación de la escuadra estaba integrada por 1.600 hombres, de los cuales 624 eran extranjeros, entre oficiales y gente de mar.
El Ejército Libertador, de un total de 4.430 plazas, fue embarcado en 17 transportes, en su mayoría capturados al enemigo.
En conjunto, estas naves tenían una capacidad de carga de 7.140 toneladas y, además de la tropa, embarcaron armamento para 12.000 hombres, dado que se consideraba el reclutamiento de voluntarios peruanos para incrementar las fuerzas, víveres para seis meses, vestuario y un hospital de campaña. El mando del convoy lo asumió el Capitán de Navío Pablo Délano, oficial norteamericano al servicio de Chile desde 1819.

Fragata "O'Higgins"
1.220 toneladas
Comandante
Tomas Sackville Crosbie
50 cañones

Navío "San Martín"
1.350 toneladas
Comandante
Guillermo Wilkinson
64 cañones

Fragata "Lautaro"
850 toneladas
Comandante
Martín Jorge Guise
50 cañones

Corbeta "Independencia"
830 toneladas
Comandante
Robert Forster
28 cañones

Bergantín "Galvarino"
398 toneladas
Comandante
Juan Tooker Spry
18 cañones

Bergantín "Araucano"
270 toneladas
Comandante
Tomás Carter
16 cañones

Bergantín "Pueyrredón"
220 toneladas
Comandante
Casey
16 cañones

Goleta "Moctezuma"
200 toneladas
Comandante
Casey
8 cañones





Fuerzas realistas
Las fuerzas navales españolas en el Pacífico oriental estaban constituidas por las fragatas “Esmeralda”, “Prueba” y “Venganza”; las corbetas “Sebastiana”, “Resolución” y “Veloz Pasajero”; los bergantines “Pezuela” y “Potrillo”; y varias naves mercantes armadas. Estas unidades permanecían fondeadas, principalmente, bajo el amparo de las baterías en las plazas fuerte de El Callao y una que otra en Guayaquil.
El Virrey Pezuela, presumiendo que en Chile se estaba aprestando una expedición militar contra el Perú, y la información recibida en febrero de que el puerto de Valparaíso estaba cerrado a la navegación comercial, por una nave norteamericana, fue el mejor indicio de que su apreciación era correcta. Sin embargo, no adoptó ninguna acción preventiva contra esa expedición, a pesar de contar con los medios navales adecuados.
El 20 de agosto de 1820, día de San Bernardo y de su cumpleaños, el Director Supremo, vio hacerse a la mar desde Valparaíso a la expedición. El General San Martín se embarcó en el buque de su nombre y el Almirante izó su insignia de mando a bordo de la "O'Higgins".
Luego de una breve recalada en Coquimbo, a fin de embarcar un batallón, se dirigió a Pisco, fondeando en la noche del 07 de septiembre en la bahía de Paracas. La travesía no estuvo exenta de vicisitudes. En la ruta interceptó y capturó al bergantín norteamericano “Warrior”, que se encontraba al servicio del Virrey, para obtener informaciones sobre la Escuadra chilena y, al mismo tiempo, apoyar con un envío de armas a las guerrillas de Benavides en el sur de Chile. Por él se tuvo conocimiento que algunas unidades de la fuerza española habían zarpado de El Callao para entregar refuerzos y armas a las guarniciones distribuidas a lo largo del litoral, lo que produjo alguna inquietud ya que se habían separado algunos transportes del convoy y se temió que pudieran ser interceptados por las naves  españolas. Sin embargo, todos los transportes se reunieron con la fuerza principal en la bahía de Paracas. Y, en cuanto a Benavides, la corbeta “Chacabuco”, dejada en Valparaíso para estos fines, zarpó al sur para contribuir a la lucha contra las guerrillas.
El desembarco del Ejército en Paracas se inició al día siguiente, empleándose tres días en ello. Para dar seguridad a la operación, la primera división marchó inmediatamente sobre Pisco, abandonado por la guarnición realista; a su vez, la Escuadra destacó a las fragatas “O’Higgins” y “Lautaro”, para que hicieran lo propio desde el mar. Además, el Almirante envió a reconocer El Callao y las fuerzas navales allí presentes al bergantín “Araucano” y a la corbeta “Independencia”, con el propósito de no ser sorprendidos por las fuerzas españolas.
Desembarcado el Ejército, San Martín estableció su cuartel general en Pisco, esperando la reacción de los realistas. Esta acción produjo consternación en Lima, siendo la primera reacción del Virrey Pezuela parlamentar, lo que fue aceptado por San Martín. Las conversaciones llevaron a un armisticio de muy corta duración, que condujo a una inactividad del Ejército en dicho lugar por más de 50 días.
Lo anterior, afectó a las fuerzas navales que se vieron obligadas a una pasividad enervante. La Escuadra estaba atada al convoy, a las instrucciones de O'Higgins y a la autoridad de San Martín. No obstante, capturaron algunas naves mercantes españolas sorprendidas en el área, entre ellas los bergantines “Cantón”, “Rebeca” y “San Antonio”.
En un reconocimiento efectuado por el bergantín “Araucano” a El Callao, el 08 de octubre de 1820, se observó que las fragatas “Prueba” y “Venganza” estaban preparándose para zarpar. Su salida fue confirmada dos días después, sin conocerse su destino, además, se tuvo conocimiento de actividades a bordo de la “Esmeralda”, “Sebastiana” y otros buques que indicaban un próximo zarpe.
En el intertanto, San Martín, presionado por Cochrane, determinó mover su Ejército a las cercanías de Lima, eligiendo Ancón como punto de desembarco. La misión de la Escuadra fue prestar cobertura a este movimiento, para lo cual Cochrane, con el grueso de sus medios bloqueó El Callao y con el resto de ellos, navío “San Martín”, bergantín “Galvarino” y goleta “Moctezuma” dio protección directa al convoy en su desplazamiento de Pisco a Ancón.
Situadas las fuerzas expedicionarias a tres millas de El Callao, todo hacía suponer que se atacaría de inmediato al grueso del ejército hispánico. Cochrane era de opinión que debía atacarse simultáneamente Lima y El Callao. Mientras, San Martín persistía en su idea de parlamentar y fomentar el alzamiento peruano y que fueran ellos quienes decidieran su propio destino. Felipe Pérez Soldán, historiador peruano, acota al respecto que si San Martín hubiese adoptado el plan de Cochrane, con sólo 1.000 hombres se habría conquistado Lima y se hubiese terminado la campaña en ese momento.
La pasividad del Comandante en Jefe de la Expedición y la agresividad de Cochrane, lo llevó a planificar una acción temeraria, que no contó con el consentimiento de San Martín, pero que de tener éxito significaría la captura de la mejor nave española surta en el fortificado puerto de El Callao: La fragata “Esmeralda”.
La travesía no fue ausente de amenazas. El Virrey Pezuela había dispuesto con anterioridad el zarpe de una escuadrilla, conformada por las fragatas "Esmeralda" , "Prueba" y "Venganza", para interceptar al convoy. Estas desplegaron como piquete espía al bergantín norteamericano "Warrior".
Aún cuando el tiempo y viento fueron favorables para un desplazamiento rápido, resultó imposible evitar la dispersión del convoy, dadas las muy dispares características veleras en los 17 transportes.

Sin embargo, la fortuna obró en poder de los marinos chilenos. A la altura de Coquimbo, la "O'Higgins" capturó al "Warrior" y el 07 de septiembre, recalaba el grueso del convoy a Paracas, puerto de destino de la expedición.

El desembarco del Ejército no presentó mayores dificultades, porque los 630 soldados realistas a cargo de la defensa se retiraron al interior sin combatir.
Quedaron rezagadas el bergantín "Aguila" y la fragata "Santa Rosa", la fragata "Hércules" y el bergantín "Galvarino".

Para su protección, Lord Thomas Alexander Cochrane había destacado al bergantín "Araucano", que recaló el día 11 sin novedad, con el "Aguila" y 600 soldados.

Posteriormente, el Almirante avistó velas en el horizonte y zarpó a investigar con tres buques. Se trataba de las fragatas españolas "Esmeralda" y "Venganza", que los navíos chilenos persiguieron hasta las cercanías de El Callao.

Temiendo que se tratara de un apetecido señuelo para distraerlo de su objetivo principal, Lord Thomas Alexander Cochrane decidió regresar a Paracas, donde se enteró de que esta operación permitió el arribo seguro de la fragata española "Santa Rosa" con 300 soldados.
Finalmente, el 23 de septiembre recalaban el bergantín "Galvarino", la fragata "Hércules" y una goleta apresada. Había así llegado al objetivo la totalidad de la expedición.

Los acontecimientos en tierra, llevaron a José de San Martín y Matorras a decidir el reembarque del Ejército para caer sobre Ancón, donde desembarcó el 30 de octubre.

Previamente, Lord Thomas Alexander Cochrane había iniciado el bloqueo de El Callao con la fragata "O'Higgins", la fragata "Lautaro" , corbeta "Independencia" y el bergantín "Araucano".
La inactividad siempre implícita en las operaciones de bloqueo, no era consecuente con el temperamento dinámico y audaz del Almirante. Urdió, entonces, una operación destinada a aterrorizar al enemigo con un ataque atrevido y resuelto que causara un profundo impacto en sus ánimos. Se propuso tomar la fragata "Esmeralda" al pie de las fortificaciones de El Callao.








ADMINISTRACIÓN Y LOGÍSTICA DE LA
EXPEDICIÓN LIBERTADORA DEL PERÚ

En plena cuarentena combatiendo contra el coronavirus, el pueblo iqueño, el pueblo peruano y en el mundo; los gobiernos de los cinco continentes, con sus fuerzas armadas, fuerzas policiales, reservistas,  y con sus ejércitos de médicos, enfermeras y profesionales de la salud, despliegan sus máximos esfuerzos para erradicar el letal virus del siglo XXI.

A continuación, rendimos homenaje a los hombres y mujeres que siguen luchando y a los que ofrendaron su vida, combatiendo éste flagelo; recordando la épica travesía de la Expedición Libertadora del General San Martín, que se realizó hace 200 años, sin contar con la tecnología del GPS, ni comunicaciones vía satélite, radio, radares y mucho menos internet; sin contar con los modernos celulares móviles, smartphone y otros aparatos.

Una colosal  y efectiva logística con los barcos de transportes de tropas, armamento y pertrechos, que totalizaban 14 y llevaban raciones para 4 meses de campaña, con un desplazamiento de 7,000 toneladas sumando todo el conjunto. Completaban dicha fuerza naval 11 cañoneras…suma de las fuerzas: 5,600 soldados, tripulación de buques 1,538 marinos, total de la gente 7,138 valientes patriotas. Aprendamos juntos, en casa, las lecciones de logística, planificación, organización, liderazgo, del Libertador don José de San Martín.

El Bicentenario de la Independencia de Ica y del Perú (1820 –2020), lo estamos viviendo éste año, con la acción patriótica de nuestras autoridades, de nuestros médicos, enfermeras, enfermeros, soldados, policías y el pueblo organizado; mientras que ellos luchan y arriesgan su vida en la calle, en los hospitales, en los estadios, en las plazas de toros, en los albergues…nosotros tenemos que combatir, en casa, cumpliendo con las directivas del gobierno central…quédate en casa, es la consigna, y al salir al trabajo, cumple los protocolos de bioseguridad y erradiquemos juntos el coronavirus…




EJÉRCITO LIBERTADOR DEL PERÚ
Estado general de las fuerzas con que se halla hoy día de la fecha (1)
Valparaíso, agosto 20 de 1820

CUARTEL GENERAL

General en jefe el Excmo. Señor don José de San Martín, capitán general de ejército, grande oficial de la Legión de Mérito de Chile, etc., etc.

EDECANES de S.E.-
1eros. Coronel D. Tomás Guido, Coronel D. Diego Paroissien.-
2dos. Capitán D. José Caparrós, Teniente D. José Arenales.

SECRETARIOS de S.E.-
D. Bernardo Monteagudo
D. Juan García del Río
D. Dionisio Viscarra
Oficial 1º. D. Salvador Iglesias

AUDITOR DEL EJÉRCITO:
Coronel D. Antonio Álvarez Jonte

INTENDENTE GENERAL de dicho:
D. Juan Gregorio Lemos

OFICIALES DE LA INTENDENCIA: 3

ESTADO MAYOR DE MEDICINA.-
Cirujano mayor 1
Cirujanos 1eros. 4
Cirujanos 2dos. 3

GENERALES DE DIVISIÓN:
Coronel Mayor D. Juan Antonio Álvarez de Arenales (argentino)
Coronel Mayor D. Toribio de Luzuriaga (peruano)

ESTADO MAYOR:
Mayor general el coronel mayor D. Juan Gregorio de las Heras
Ayudante comandante 1
Ayudantes 1eros. 5
Ayudantes 2dos. 2
Ayudantes 3eros. 7
Agregados:
Jefes 2
Oficiales 5





NÓMINA DE LOS JEFES DE LOS CUERPOS DE LA EXPEDICIÓN LIBERTADORA

BATALLÓN DE ARTILLERÍA DE LOS ANDES:
Jefe: Vacante
Ayudante 1
Abanderado 1
Capellán 1
Oficiales:
Capitanes 4
Tenientes 1eros. 3
Tenientes 2dos. 3
Subtenientes 2
Tropa:
Sargentos 1eros. 3
Sargentos 2dos. 11
Trompetas 9
Cabos 1eros. 11
Cabos 2dos. 10
Soldados: 154
Total: 198

BATALLÓN No. 7 DE ARTILLERÍA DE LOS ANDES:
Jefe: Coronel D. Pedro Conde, argentino
Teniente Coronel 1
Sargento Mayor 1
Ayudantes 2
Oficiales:
Capitanes 4
Tenientes 1eros. 5
Tenientes 2dos. 5
Subtenientes 3
Tropa:
Sargentos 1eros. 4
Sargentos 2dos. 3
Tambores 10
Pitos 5
Cabos 1eros. 11
Cabos 2dos. 15
Soldados: 390
Total: 439

BATALLÓN No.8 DE ARTILLERIA DE LOS ANDES:
Jefe: Coronel D. Enrique Martínez, argentino
Teniente Coronel 1
Sargento Mayor 1
Ayudantes 2
Abanderado 1
Capellán 1
Oficiales:
Sargentos 1eros. 4
Sargentos 2dos. 10
Tambores 10
Pitos 4
Cabos 1eros. 7
Cabos 2dos. 15
Soldados: 412
Total: 462

BATALLÓN No.11 DE ARTILLERÍA DE LOS ANDES:
Jefe: Sargento Mayor D. Román Deza (interino), argentino
Ayudantes 2
Abanderado 1
Cirujano 1
Oficiales:
Capitanes 8
Tenientes 1eros. 6
Tenientes 2dos. 5
Subtenientes 5
Tropa:
Sargentos 1eros. 6
Sargentos 2dos. 12
Tambores 13
Pitos 5
Cabos 1eros. 15
Cabos 2dos. 22
Soldados: 489
Total: 562

REGIMIENTO GRANADEROS A CABALLO DE LOS ANDES:
Jefe: Coronel D. Rudecindo Alvarado, argentino
Tenientes Coroneles 2
Sargento Mayor 1
Ayudante 3
Abanderados 2
Oficiales:
Capitanes 6
Tenientes 1eros. 11
Subtenientes 4
Tropa:
Sargentos 1eros. 20
Trompetas 12
Cabos 1eros. 29
Soldados: 330
Total: 391


CAZADORES A CABALLO DE LOS ANDES:
Jefe: Coronel D. Mariano Necochea
Teniente Coronel 1
Sargento Mayor 1
Ayudante 1
Abanderados 2
Cirujano 1
Oficiales:
Capitanes 5
Tenientes 1eros. 5
Subteniente 6
Sargentos 1eros. 11
Trompetas 6
Cabos 1eros. 32
Soldados 212
Total: 261

BATALLÓN DE ARTILLERÍA DE CHILE:
Jefe: Teniente Coronel (Comandante General)
D. José M. Borgoño, chileno
Sargento Mayor 1
Ayudante 1
Abanderado 1
Oficiales:
Capitanes 3
Tenientes 1eros. 4
Teniente 2do. 1
Subtenientes 4
Tropa:
Sargentos 1eros. 2
Sargentos 2dos. 6
Trompetas 5
Tambores 4
Pitos 3
Cabos 1eros. 8
Cabos 2dos. 10
Soldados 177
Total: 215




BATALLÓN No. 2 DE CHILE:
Jefe: Sargento Mayor D. Santiago Aldunate, chileno
Total: 600 soldados

BATALLÓN No. 4 DE CHILE:
Plana mayor:
Jefe: Teniente Coronel D. José Santiago Sánchez, chileno
Ayudantes 2
Abanderados 2
Oficiales:
Capitanes 6
Tenientes 1eros. 5
Tenientes 2dos. 6
Subtenientes 6
Tropa:
Sargentos 1eros. 6
Sargentos 2dos. 14
Trompetas 2
Tambores 12
Pitos 10
Cabos 1eros. 12
Cabos 2dos. 19
Soldados: 576
Total: 651




BATALLÓN No. 5 DE CHILE:
Plana mayor:
Jefe: Coronel D. Mariano Larrazábal, argentino
Teniente coronel 1
Abanderado 1
Oficiales capitanes 4
Tenientes 4
Tenientes 1eros. 4
Tenientes 2dos. 4
Subtenientes 3
Tropa:
Sargentos 2dos. 5
Tambores 9
Pitos 4
Cabos 1eros. 4
Cabos 2dos. 8
Soldados 294
Total: 324

RESUMEN GENERAL:
Artillería: 413
Caballería: 652
Infantería: 3053
Total: 4118

Como se vé, los totales eran 296 jefes y oficiales y 4,118 clases y soldados, con 800 caballos y15,000 cajones de impedimenta y parque, en el cual figuraban 35 piezas, 15,000 fusiles, 2,000 sables y víveres para cuatro meses y además equipos y vestuario.

Del total general de tropa, eran argentinos 2,313 y 1,805 chilenos, y en cuanto a los jefes de las unidades, con excepción de tres de esta nacionalidad, todos eran compatriotas del generalísimo.

En el cuartel general, la proporción era idéntica, cabiéndole al Perú el honor de contar un digno representante en el ex gobernador de Cuyo, coronel mayor (general de división) don Toribio de Luzuriaga.



LA ESCUADRA LIBERTADORA

FLOTA DE TRANSPORTES

Desde el día 18 de agosto de 1820, comenzó el embarque, siendo la orden de partida el día 20 de agosto desde la arenosa playa de Valparaíso (Chile).

La flota de transportes estaba mandada por el capitán Délano, compuesta por las fragatas:
DOLORES
GADITANA
EMPRENDEDORA
CONSECUENCIA
SANTA ROSA
ÁGUILA
MACKENA
PERLA
JEREZANA
PERUANA
MINERVA
LIBERTAD
ARGENTINA
Bergantines: POTRILLO y HÉRCULES
Goleta: GOLONDRINA
Total: 16 transportes

Todo el material fue embarcado en 14 lanchones.

Estas embarcaciones fueron escoltadas por las naves de guerra, cuya fuerza era:

NAVÍOS DE GUERRA DE LA ESCUADRA LIBERTADORA

FRAGATA O´HIGGINS (Almirante)
Cañones 50
Tripulación 516
Comandante: Tomás Crosbie

NAVÍO SAN MARTÍN
Cañones 64
Tripulación 492
Comandante: Guillermo Wilkinson

FRAGATA LAUTARO
Cañones 50
Tripulación 353
Comandante: Martín Jorge Guise (fundador de la Marina de Guerra del Perú )

CORBETA INDEPENDENCIA
Cañones 28
Tripulación 256
Comandante: Roberto Foster

BERGANTÍN ARAUCANO
Cañones 16
Tripulación 110
Comandante: Guillermo Cater

BERGANTÍN GALVARINO
Cañones 18
Tripulación 114
Comandante: Juan Spry

GOLETA MOCTEZUMA
Cañones 7
Tripulación 87
Comandante: Jorge Young

Totales:
Buques 7
Cañones 233
Tripulación 1,928

El jefe de la escuadra era Lord Thomás Cockrane, subordinado al generalísimo, quien embarcaría en el navío de su nombre.

PROCLAMAS DE SAN MARTÍN ANTES DE INICIAR LA TRAVESÍA DE LA ESCUADRA LIBERTADORA DEL PERÚ

El día 19 de agosto de 1820 quedó todo expedito para la salida de la expedición, tan largos años apetecida por San Martín, quien en esta fecha, como tarjeta de despedida, dejó sus dos más hermosos documentos.

Decíale a la Historia:

“Se acerca el momento en que yo voy a seguir el destino que me llama. Voy a emprender la grande obra de dar la libertad al Perú. Voy a abrir la campaña más memorable de nuestra revolución, y cuyo resultado aguarda el mundo, para declararnos rebeldes si somos vencidos, o reconocer nuestros derechos sí triunfamos….Fiado en la justicia de nuestra causa y en la protección del Ser Supremo, os prometo la victoria. El día más grande de nuestra revolución está próximo a amanecer”.

Y al Cabildo de Buenos Aires, para él en ese día representante de la patria suya y de sus soldados, le escribía:

“El día de mañana da la vela “La Expedición Libertadora del Perú”. Como en general, tengo el honor de informar  V.E., que representa al pueblo heroico, al virtuoso pueblo, más digno de la historia de Sud América y de la gratitud de sus hijos; protestando que mis deseos y de la gratitud son por su felicidad; y que, desde el momento en que erija la autoridad central de las provincias, estará el ejército de los Andes subordinado a sus órdenes superiores con la más llana y respetuosa obediencia”.

El Capitán de Navío AP José Valdizán Gamio, en su obra “Historia Naval del Perú” destaca lo siguiente:

“…en la tarde del 20 de agosto de 1820 zarpó de Valparaíso aquella armada entre salvas de artillería y enarbolando la bandera chilena…

… Sus buques de guerra fueron 8, con un total de 236 cañones. Las dotaciones de estos barcos sumaban 1,538 hombres – entre ingleses y chilenos , contando infantes de Marina – con víveres para seis meses.

Los barcos transportes de tropas, armamento y pertrechos, totalizaban 14 y llevaban raciones para 4 meses de campaña, con un desplazamiento de 7,000 toneladas sumando todo el conjunto. Completaban dicha fuerza naval 11 cañoneras…

…suma de las fuerzas 5,600
Tripulación de buques 1,538
Total de la gente 7,138


 
“Precedía la formación la  fragata O´Higgins a cuyo bordo iba el Almirante Cochrane, llevando como escolta de avanzada a la Lautaro y al Galvarino. Seguían doce transportes en columna y con tropas de desembarco. Continuaban los restantes acarreando el material de guerra, flaqueados por la Moctezuma y la Araucana, y siguiendo sus aguas el Pueyrredón, precediendo la formación en línea de las once lanchas cañoneras. Cerrando todo el conjunto y navegando  en conserva el navío San Martín, con el Generalísimo y su Estado Mayor, mientras la Independencia resguardaba con gracia velera y muy ágilmente al matalote de popa.

Durante una navegación de 18 días que cubrió sin contratiempo alguno 1,500 millas náuticas, el General en Jefe estudió detenidamente con sus oficiales los planes más valederos y tomó sus decisiones…

…en la tarde del 7 de setiembre de 1820 y a las seis y media en punto la Escuadra Libertadora procedió a fondear anclas en la bahía de Paracas que distaba unas dos leguas del puerto de Pisco, alistándose de inmediato para desembarcar hombres, armas y pertrechos durante esa misma noche, operación que se vio favorecida por la claridad que sobre el paraje les brindó la Luna.”

Estamos culminando el presente artículo de investigación, y lo hacemos de la siguiente manera, tratando de viajar al pasado, convertido en uno de los expedicionarios: 

Al día siguiente, 8 de setiembre de 1820, se realizó el histórico desembarco de la Expedición Libertadora del Perú, posando sus pies, en las tranquilas playas de la bahía de Paracas, en Pisco; el General argentino, don José de San Martín.

El Libertador de Argentina y Chile, completaba una arriesgada travesía por mar y coronaba la primera operación militar anfibia, a gran escala, en las costa occidental de Sudamérica. Su ejército llegaba extenuado, no solo por el largo y penoso viaje, desde la pampa argentina, desde los andes chilenos; sino también por las cicatrices marcadas en el cuerpo y en el alma de cada soldado, que había combatido a las fuerzas realistas, en las batallas de Chacabuco y Maipú. Fatiga, enfermedades, incertidumbre; pero también hambre de victoria, de gloria, de 7 mil hombres de diferentes nacionalidades, que deseaban la libertad, la independencia.

Al borde de la extenuación, llegó a Paracas, el Ejército Libertador del Perú, y a las pocas horas, empezó su recuperación física y moral, lenta pero segura.

Miles de peruanos, sangre patriota, sangre fresca, sangre de negros cimarrones (negros esclavos sublevados, que se escaparon de las haciendas de la costa peruana), sangre de criollos, indios y mestizos; se agolpaban a las puertas del cuartel general de San Martín, pidiendo el alta, suplicando ser incorporados a la tropa, y luchar por su libertad, hartos de trescientos años de esclavitud.

Empezaba la historia de la Guerra de la Independencia del Perú. Y el General San Martín contemplaba con optimismo el horizonte. Contemplaba el mar esmeralda que se tornaba morado y luego rosado, con el sol que se hundía en el Pacífico, lanzando sus rayos dorados y luego rojos, para enseguida ocultarse de la mirada de los mortales de la tierra.

Atardecer del 8 de setiembre de 1820….primer día de LIBERTAD.


CONCLUSIONES:

Las nuevas generaciones de peruanos, niños y jóvenes, entre 6 a 18 años de edad; necesitan una nueva inyección de peruanidad, a través de una campaña educativa intensiva, virtual y presencial, para el cabal conocimiento de la historia de su región y de su país.

Las nuevas generaciones de jóvenes profesores peruanos, entre 21 a 40 años de edad; necesitan una nueva inyección de peruanidad, a través de una campaña educativa intensiva, virtual y presencial, para el cabal conocimiento de la historia de su región y de su país.

La gran ventaja y desventaja de esta nueva generación de profesores y estudiantes peruanos, es que están viviendo la era digital. Pero, las nuevas tecnologías de información y comunicación, no están siendo utilizadas y canalizadas, en todo su potencial, especialmente para la educación.

A puertas de conmemorar 199 años de la proclamación de la Independencia Nacional, tenemos una nueva generación de cibernautas, experta en el manejo de las redes sociales, pero que son usadas para ocio y diversión, en un gran porcentaje. Se requiere rescatar y moldear tremendo capital humano, con dosis de peruanidad, para que nuestros jóvenes estudiantes y profesionales, conozcan, valoren y se identifiquen con la verdadera historia de su país.

El presente artículo de investigación, traza las líneas maestras del significado histórico de la gigantesca operación militar del desembarco de la Expedición Libertadora del Perú, que se resumen en dos palabras: FORTALEZA Y ESPERANZA, de un puñado de hombres de diferentes nacionalidades, con un solo objetivo, lograr la Independencia del Perú y de Sudamérica.

Doscientos años después, en el mismo continente y en los mismos países, vuelve a resonar en los corazones patriotas, las palabras FORTALEZA Y ESPERANZA para luchar y vencer a la pandemia.

Hace doscientos años, los jefes de la Expedición Libertadora del Perú, dejaron sentadas las bases de la ADMINISTRACIÓN, LOGÍSTICA, GESTIÓN DE RECURSOS HUMANOS, INTELIGENCIA Y ESTRATEGIA MILITAR, LIDERAZGO Y EMPRENDIMIENTO.

Las autoridades del Perú, de los tres niveles de gobierno, y los grandes empresarios nacionales y extranjeros, todavía no han aprendido a revalorar y poner en valor, en su verdadera dimensión, el ejemplo de vida de aquellos hombres que integraron la Expedición Libertadora; el ejemplo de vida, hazañas, penurias y victorias, de nuestros héroes nacionales y extranjeros, que deben darse a conocer a las nuevas generaciones de peruanos.

Las nuevas generaciones de peruanos, están huérfanas de educación, de historia, de valores, de identidad nacional. Millones de niños y jóvenes peruanos, entre 7 a 20 años, no conocen su historia y no aman lo que no conocen.

La era digital, la era del conocimiento, la era de internet y las redes sociales, el mundo virtual; aún no está haciendo utilizada, al 100%, con fines educativos y de concientización, específicamente para el tema de nuestro BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE LA REGIÓN ICA Y DEL PERÚ.

ICA - PERÚ
Martes 21 de julio del 2020

INVESTIGACIÓN:

Mag. Juan Carlos Romaní Chacón
Municipalidad Provincial de Ica
Biblioteca Municipal “José de San Martín”


Fuentes:
(1)Paz Soldán .- “Historia del Perú Independiente”
Odriozola.- “Documentos Históricos del Perú”
Boletín del Ejército Libertador

Bonilla, Manuel C.
“Epopeya de la Libertad”
Reminiscencias Históricas de la Independencia del Perú
Tomo I
Setiembre a Diciembre de 1820
Lima 1921 
Págs. 45 al 55

Valdizán Gamio, José
HISTORIA NAVAL DEL PERÚ
Tomo II
Lima Perú 1980
Págs. 178, 179, 180…